La integración en las Américas: El caso de las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas



Introducción



La idea de integrar el continente americano no es una novedad en la historia de las relaciones entre los pueblos de América. Más contemporáneamente, se puede establecer algunos marcos teóricos para una mejor comprensión de la amplitud y dimensión del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y sus posibles consecuencias tanto en el ámbito de las relaciones del hemisferio Occidental como de las relaciones comerciales multilaterales en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).



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De ahí que el objetivo de este estudio sea aclarar el proceso de negociaciones del ALCA, desde una perspectiva histórica e interdisciplinar. En las consideraciones finales se anota que el proceso de negociaciones del ALCA es seguido con mucha atención tanto por parte de la UNIÓN EUROPEA como por parte de Japón. En este sentido, a lo largo del artículo se ha utilizado una metodología monografica por su amplitud y critica por su carácter.



1. Antecedentes históricos de la integración hemisférica: de la declaración de Punta Del Leste (1967) a la iniciativa para las Américas (1990)



Se debe tener en cuenta la importancia de la historia en las relaciones económicas internacionales. En este sentido, cuando se estudia los movimientos comerciales y de integración basados en la cooperación internacional como medio para promover el desarrollo en las Américas se percibe claramente los fundamentos del proceso que en los tiempos actuales son impulsados cada vez más.



Así, desde una perspectiva histórica, se puede señalar que la idea de esta integración hemisférica tiene sus raíces en la “Declaración de Punta del Este” o “de los Presidentes de América” que fue el resultado de la Reunión de Jefes de Estado Americanos de abril de 1967.



Según anota MORALES, la Declaración de Punta del Este podría relanzar la integración en Iberoamérica al adoptar criterios realistas y empieza la era del Mercado Común Latinoamericano, auspiciado por los Estados Unidos de América (EEUU), pero sin compromisos financieros[i].



De acuerdo con el primer párrafo de la Declaración de Punta del Este: “Los Presidentes de las Repúblicas de América Latina resuelven crear en forma progresiva, a partir de 1970, el Mercado Común Latinoamericano, que deberá estar sustancialmente en funcionamiento en un plazo no mayor de quince años. El Mercado Común Latinoamericano se basará en el perfeccionamiento y la convergencia progresiva de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y del Mercado Común Centroamericano, teniendo en cuenta el interés de los países latinoamericanos no vinculados aún en tales sistemas”. Además, “el Presidente de los Estados Unidos de América, por su parte, declara su apoyo a esa prometedora iniciativa latinoamericana”.



MORALES añade que entre los países latinoamericanos no vinculados a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) y al Mercado Común Centroamericano (MCCA), ingresaran en otra oportunidad las colonias inglesas y holandesas del Caribe, “pero vistos desde los EEUU, los latins son todos los subdesarrollados al sur de Florida, Tejas y California”. De ahí, que se puede encontrar las raíces de un proyecto de libre comercio entre los países americanos hace casi unos cuarenta años.



Por otro lado, de acuerdo con la CONFERENCIA DE NACIONES UNIDAS PARA EL COMERCIO Y DESARROLLO (UNCTAD), en 1990, el entonces Presidente Bush de los Estados Unidos de América manifestó sus planes con vistas a estrechar sus relaciones económicas con los países de América Latina y el Caribe, y promover sus intereses democráticos y de reformas de mercado a través de la Iniciativa para las Américas[ii].



México, al incorporarse en el NAFTA, fue el primer país latinoamericano a adherir a la idea estadounidense de una zona de libre comercio hemisférica[iii]. Con relación al principal principio de la Iniciativa para las Américas, SALKIN anota para la intensificación del comercio bajo el principio del comercio libre[iv].



En este sentido la Iniciativa para las Américas contemplaba tres diferentes aspectos considerados interdependientes entre sí, a saber[v]:



a)  el tema comercial, basado en el objetivo estratégico de la creación de una zona de libre comercio entre todos los países americanos que abarcaba elementos tales como: la gradual eliminación de aranceles, la eliminación de las barreras no arancelarias, la efectiva protección y respeto de los derechos de propiedad intelectual, la promoción de los intercambios relativos a los bienes, servicios e inversiones entre los países del continente y el estudio de procedimientos rápidos e imparciales de solución de diferencias;



b)  la promoción de las inversiones, reflejada en la firma de un acuerdo en 1992 entre veinte uno países miembros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con vistas a la creación de un Fondo Multilateral de Inversiones. El citado acuerdo entró en vigencia en enero de 1993. Dicho Fondo  Multilateral de Inversiones tiene dos funciones básicas: apoyar el proceso de modernización y disminuir los costes sociales y humanos derivados del mencionado proceso de modernización;



c)  el tema de la deuda, que según la propuesta de los Estados Unidos debería proporcionar facilidades financieras destinadas a la elaboración de programas de reducción de la deuda externa mediante la administración del Departamento del Tesoro Norteamericano. Estos programas estarían subordinados a las siguientes condiciones: i) la conclusión de acuerdos relativos a esta materia entre el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; ii) la adopción, por parte de los países americanos, de reformas relativas a las inversiones; iii) la negociación de un programa de financiación con bancos comerciales envolviendo tanto la deuda como su servicio. 



Siguiendo esta trayectoria histórica, SALKIN anota que el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Bill Clinton  ha puesto en marcha la idea lanzada por Bush[vi].



2. La cumbre de las Américas (1994): avances en la integración hemisférica



En efecto, el entonces Presidente de los EEUU, Bill Clinton retomando las propuestas anteriores convoca la conocida Cumbre de las Américas en el año de 1994.



En este contexto, el intento por unificar las economías del Hemisferio Occidental en un solo acuerdo de libre comercio fue iniciado efectivamente en la Cumbre de las Américas. De ahí, que se acordó establecer  el ALCA y concluir las negociaciones para dicho acuerdo antes del año 2005[vii].



En dicha Cumbre, los mandatarios reconocieron, además, la importancia que tienen en el proceso de construcción del ALCA los diversos acuerdos de comercio subregionales existentes. A la vista de lo que precede, han acordado ampliar y profundizar la integración económica  hemisférica sobre la base existente en los acuerdos subregionales y bilaterales que tratan del comercio[viii].



En efecto, la propuesta oficial de creación de un área de libre comercio en las Américas surgió en la Cumbre de las Américas de Miami en 1994[ix].



Asimismo, los ministros se comprometieron a lograr un avance sustancial hacia el ALCA para el año 2000. Entre las principales decisiones derivada de la Cumbre de las Américas, se encuentran la Declaración de Principios y el Plan de Acción de la Cumbre. Conforme anota la CEPAL, el paso hacia una zona de libre comercio hemisférica es factible[x].



3. Las negociaciones del ALCA: miembros, elementos fundamentales y estructura institucional



Además, los treinta y cuatro Jefes de Estado americanos acordaron la necesidad de promover el comercio internacional en el continente.



Por lo que se refiere a los países que integran dichos instrumentos jurídicos, se debe tener presente que todos los países americanos están participando de las negociaciones, a excepción de Cuba. Para una mejor claridad, los treinta cuatro países son: Antigua y Barbuda, Argentina, Commonwealth de las Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Commonwealth de la Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos de Norteamérica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela[xi].



Así, la Declaración y el Plan de Acción han desencadenado un conjunto importante de actividades políticas y técnicas que ha  proporcionado un acelerado dinamismo a los trabajos preparatorios en el marco del proceso de construcción de un Área de Libre Comercio de las Américas.



El  ALCA es un proceso dinámico que involucra tres elementos básicos, siguiendo los anteriores trabajos que tuvieron inicio en la Iniciativa de las Américas. Entre los elementos fundamentales del ALCA, se puede subrayar tres:



a)  los Ministros de Comercio del Hemisferio Occidental, que han desarrollado el plan de trabajo preparatorio completo para el ALCA;



b)  fueron establecidos 12 grupos de trabajo del ALCA encargados de recolectar y recopilar información sobre el estado actual de las relaciones comerciales en el Hemisferio;



c)  se determinó que los Viceministros de Comercio del Hemisferio Occidental, quienes coordinan los esfuerzos de mencionados grupos de trabajo, también asesoran a los Ministros de Comercio en el desarrollo de sus funciones.



Desde la Cumbre de Miami, los Ministros de Comercio de los 34 países se han reunido en cuatro ocasiones para formular y ejecutar un plan de trabajo para el ALCA. La primera reunión fue realizada en junio de 1995, en Denver, Estados Unidos, la segunda tuvo lugar en marzo de 1996 en Cartagena, Colombia, la tercera fue en mayo de 1997 en Belo Horizonte, Brasil y la cuarta en marzo de 1998 en San José, Costa Rica.



Por que respeta a la reunión Ministerial de Belo Horizonte, en esta ocasión, se acordó que las negociaciones sobre el ALCA deberían iniciarse en marzo de 1998, durante la Segunda Cumbre de las Américas en Santiago de Chile[xii].



En cuanto a los doce Grupos de Trabajo, siete de los cuales fueron establecidos en Denver, cuatro en Cartagena y uno en Belo Horizonte, se han reunido en varias oportunidades en diversos lugares de América. Cada uno de los grupos, bajo la dirección de los Ministros de Comercio, se ha dedicado a obtener información pertinente referente a las relaciones comerciales en sus respectivas áreas, con vistas a determinar las posibles vías que conduzcan a las negociaciones.



Igualmente, se debe tener en cuenta, que los Ministros instruyeron a sus Viceministros a recibir las recomendaciones de los Grupos de Trabajo, para poder así dirigir, evaluar y coordinar el trabajo del total de los grupos. Estos otrora Grupos de Trabajo, fueron transformados durante la Reunión de San José en nueve Grupos de Negociación. Los Grupos de negociación tratan de los siguientes temas:



i)  Acceso a Mercados[xiii];



ii)  Procedimientos Aduaneros y Reglas de Origen;



iii) Inversiones[xiv];



iv) Normas y Barreras técnicas;



v)  Medidas Sanitarias y Fitosanitarias;



vi) Subsídios, Medidas Antidumping y Derechos Compensatorios[xv];



vii)  Economías más pequeñas;



viii) Servicios[xvi];



ix)  Política de Competencia[xvii] y Solución de Controversias[xviii].



Asimismo, el Comité Tripartito del ALCA, compuesto por el  Banco Interamericano de desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y la Organización de los Estados Americanos (OEA), proporciona asistencia técnica a los grupos de trabajo.



Esta ambiciosa meta de crear un área de libre comercio de las Américas, propuesta por los líderes del continente durante la Cumbre de Miami en 1994, recibió un importante impulso con la Declaración Ministerial de San José, del 19 de marzo de 1998. Este documento, acordado por los Ministros de Comercio de las 34 democracias participantes en el proceso del ALCA, ha servido de base para la puesta en marcha formal de las negociaciones hemisféricas llevadas a cabo por los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Santiago de Chile, los días 18 y 19 de abril de 1998.



4. Consideraciones finales



Al analizarse el conjunto de los diferentes acuerdos de integración regional en las Américas tales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Comunidad Andina (CAN), el Mercado Común Centroamericano (MCCA), la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), se subraya la existencia de una vocación en potencia de los diferentes acuerdos en cuestión hacia la integración. En el conjunto de los acuerdos regionales, se ve favorecida la alternativa de una convergencia de los mencionados acuerdos hacia una zona de libre comercio.



En cuanto a la compatibilidad del ALCA con el sistema multilateral de comercio de la Organización Mundial de Comercio (OMC), se recuerda que dicha compatibilidad es un requisito fundamental que hay que tenerse en cuenta en la construcción de una zona de libre comercio hemisférica.



En este sentido, es ampliamente reconocido por parte de los países que integran dicha construcción la conformidad del ALCA con el artículo XXIV del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT-1994). A esto se añade la voluntad política expresada por prácticamente todos los países de las Américas de integrarse a la OMC.



Otros factores a ser considerados en el establecimiento del ALCA son los compromisos asumidos en varios de los acuerdos regionales y bilaterales ya existentes.



En rigor, el Hemisferio Occidental de 1999 es muy distinto al de hace una década. Los países de la región han tomado una serie de pasos durante los últimos diez años, habiendo sido la negociación e implementación de acuerdos bilaterales y subregionales de comercio un complemento esencial de las reformas domésticas en curso.



Conforme se ha visto, a diferencia de muchos de los acuerdos negociados durante los años sesenta, los acuerdos de la década de los noventa están basados en regímenes de comercio libres y abiertos y la región ahora está posicionada para realizar progresos aún mayores a través del Area de Libre Comercio de las Américas.



Los años noventa han sido testigos del establecimiento de nuevos acuerdos comerciales en la región y la revitalización de viejos esquemas. Estos cambios se han producido como resultado de una serie de factores, algunos de naturaleza global, otros de carácter regional o hemisférico, y aún otros como resultado de la interacción de fuerzas internas en los distintos países.



En lo que respecta a América Latina y el Caribe, muchos de los cambios pueden atribuirse al fracaso generalizado de la combinación de las políticas fiscales y monetarias erróneas puestas en práctica en los años ochenta, las cuales resultaron, en el caso de algunos países, en una crisis de la deuda, y para muchas otras naciones, en una transferencia neta de recursos financieros y de otra naturaleza.



Durante los años noventa, los esfuerzos destinados al mejoramiento de la participación en un mercado cada vez más global, estimuló a muchos países a reactivar muchos de los acuerdos de comercio e integración existentes y a adoptar políticas dirigidas a liberalizar el comercio mediante esfuerzos unilaterales de apertura de la economía interna y los regímenes comerciales.



Estas medidas unilaterales han ayudado a revitalizar la integración latinoamericana y caribeña. En cierta medida, esta revitalización se ha dado como reacción a lo que ha sido percibido como la consolidación de bloques comerciales en otras regiones del mundo, lo que a su vez ha hecho dirigir la atención hacia los beneficios potenciales de la liberalización comercial entre socios actuales. Asimismo, el ALCA generá expectativas ilimitadas y sus negociaciones finales y posterior establecimientos siguen las tendencias descritas a lo largo de este estudio de manera complementaria a los procesos de integración subregional, regional, interregional, como es el caso de las negociaciones de la Zona de Libre Comercio entre el MERCOSUR y la UNION EUROPEA, así como del sistema multilateral de comercio.



El Área de Libre Comercio de las Américas representa sobre el horizonte político un importante compromiso basado en la democracia. Sobre lo económico significa un marco histórico que tiene como objetivo estimular la creación del comercio a escala hemisférica y el establecimiento del mayor mercado del mundo[xix].



Este hecho, desde la perspectiva económico y financiera quedó registrado por parte de la COMISION EUROPEA en un informe de 1994 que concluyó  que según las tendencias de la eventual ampliación del NAFTA, o sea, la posibilidad de un área de libre comercio en las Américas, provocarían  efectos negativos a la UNION EUROPEA. Esos efectos negativos, comprobados de acuerdo con algunas simulaciones del informe en cuestión, llevan en consideración una pérdida de actividades potenciales en términos económicos y el consecuente saldo negativo en términos financieros[xx].



Finalmente, no se puede negar que los responsables estadounidenses consideran que la UNION EUROPEA y el Japón avanzan hacia los mercados latinoamericanos de mayor potencial, como es el caso del MERCOSUR, teniendo en cuenta que el comercio entre la UNION EUROPEA y el MERCOSUR ya supera el comercio entre MERCOSUR y EEUU.



 



Referencias bibliográficas



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VASSOLER, I. “Lampreia diz aos Estados Unidos que ainda não é a hora de fechar as negociações para a ALCA”, en O Globo, Economia, 17 de março de 1998.



 



Notas



[i] Vid. MORALES, J. M. R. La integración económica iberoamericana: perspectivas y realidades. Barcelona, ECH, 1968, pp. 81 y 82.



[ii] Vid. BHAGWATI, J.  Regionalism and Multilateralism: An overview. Columbia University, Discussion Paper Series Nº 603, 1992, pp. 15 y 37 y ss; TAPA. “Estados Unidos busca tener superávit con América Latina”, en Revista do Mercosul, Nº 20, 1994, pp. 12 y ss; BRAND, D. “Libre-échange en Amérique Latine: perspectives de succès”, en Problemes d`Amerique Latine, Nº 7, Oct./Dec. 1992, pp. 3-25.



[iii] Vid. UNCTAD. Regionalization and integration into the world economy: The Latin American experience in trade, monetary and financial cooperation. Geneva, UNCTAD/ECDC/234, pp. 30; BATISTA, P. N. ” O Mercosul e os interesses do Brasil”, en Estudos Avançados-USP, 21, Vol. 8, Maio/Agosto de 1994, pp. 79-95.



[iv] Vid. SALKIN, Y. ” Regroupements économiques en Amérique Latine”, en Defense Nationale, 49 (4), Avril 1993, pp. 141-152.



[v] Vid. UNCTAD. Regionalization and integration into the world economy: The Latin American experience in trade, monetary and financial cooperation. Geneva, UNCTAD/ECDC/234, pp. 30. Por otra parte, según anotan SCHAPOSNIK y MELLADO, se debe tener en cuenta en todo este proceso, que los Estados Unidos se encontraban en un conflicto interno entre fuerzas económicas muy poderosas. Por un lado, los grandes banqueros que eran y siguen siendo acreedores de la mayor parte de los países latinoamericanos, y por el otro, los exportadores que fueron perdiendo paulatinamente los mercados latinoamericanos como producto de las restricciones a las importaciones impuestas por los planes de ajuste. Dichos autores afirman que la deuda no se paga y que los planes de ajuste han resultado un verdadero fracaso para los banqueros y los propios organismos internacionales; siendo que el déficit del comercio exterior de Estados Unidos, frente a la presión de Europa, Japón y los tigres asiáticos, se resiente además por la imposibilidad de compra de América Latina. Véase: SHAPOSNIK, E. C. y MELLADO, N. B. Análisis de la integración Argentina-Brasil. La Plata, IIL, 1990. pp. 89 y ss; SERRA, J. “ALCA, Mercosul e abertura externa brasileira”, en Política Externa, Vol. 7, Nº 1, Junho de 1988, pp. 15-29.



[vi] Vid. SALKIN, Y. ” Regroupements économiques en Amérique Latine”, en Defense Nationale, 49 (4), Avril 1993, pp. 141-152.



[vii] Aunque se prevea la construcción del ALCA para el año 2005, se debe tener presente los inumerables obstáculos al establecimiento de la zona de libre comercio. Entre los obstáculos, se subrayan las dificultades enfrentadas por el Presidente de los Estados Unidos para la aprobación de la vía rápida o “fast track” que permite al Poder Ejeutivo de Bill Clinton negociar acuerdos comerciales con la garantía de que la aprobación de dichos acuerdos sea rápida y que los términos de los acuerdos comerciales no sean alterados o enmendados.



Dicha Aprobación pasa por las discusiones en el congreso entre los que son favorables al libre comercio y los que no lo son. Los que no son favorables al libre comercio sostienen que los acuerdos de libre comercio: a) provocan  el deterioro de las leyes laborales en el exterior; b) implican pérdidas de puestos de trabajo dentro del país; c) provocan la degradación del medio ambiente; y d) contribuyen para el hiato existente entre los ricos y pobres porque mantiene bajo los salarios de los trabajadores no especializados en los Estados Unidos.



Por otra parte, los que defienden el libre comercio argumentan que el comercio beneficiará a todos los involucrados,  con lo cual todos los argumentos de los proteccionistas carecen de fundamentación. Vid. O dilema de Bill Clinton  en  GETEC. Relatório Especial 148/97,  fuente: http://www.mre.gov.br. EDITORIAL.”Harmonização, sempre o desafio”, en Jornal do Commercio, 18 de junho de 1997, p. B-5.



[viii] Vid. Cumbre de la Américas. Declaration of principles. Miami, Diciembre de 1994, p.3.



[ix] KISSINGER recuerda que las raíces de este proceso se encuentran en la denominada Iniciativa de Empresa para las Américas anunciada por el Presidente Bush de los Estados Unidos en 1990. Vid. KISSINGER, H. Diplomacia. Trad. mónica Utrilla, Barcelona, Ediciones B/Grupo Zeta, 1996, pp. 895 y 896.



[x] Vid. CEPAL. Cronicas de la CEPAL. Santiago de Chile, Naciones Unidas, 94-CC-116, 1994, pp. 1 y 2.



[xi] Vid. EDITORIAL. ” II Cumbre de las Américas”, en Mundo Latino, Año, IV, Nº 47, pp. 16-18.



[xii] En esta Segunda Cumbre de las Américas, se decidió que las negociaciones hacia el establecimiento del ALCA se llevarán en tres fases: Miami, hasta el 2001; en Ciudad de Panamá, hasta el 2003; y en Ciudad de México, hasta el 2004. Vid. “Tema central: II Cumbre de las Américas”, en Acutalidad Latinoamericana, Nº 45, Mayo 1998, pp. 15-18 y 28-30; RELEA, F. “El Área de Libre Comercio en América queda en manos sólo del presidente Clinton”, en El País, Internacional, 21 de abril de 1998, p. 5; SEKLES, F. “Brasil e EUA divergem”, en Jornal do Brasil, 17 de março de 1998, p. 15; VASSOLER, I. “Lampreia diz aos Estados Unidos que ainda não é a hora de fechar as negociações para a ALCA”, en O Globo, Economia, 17 de março de 1998.



[xiii] Vid. INTAL. Programa de Trabajo, en Carta Mensual, Nº 23. Fuente: http://www.oas.org.



[xiv] Este grupo debe encargarse del desarrollo de un marco normativo comprensivo que contemple los derechos y obligaciones sobre inversión y de una metodología que considere las eventuales reservas y excepciones a las obligaciones. Vid. INTAL. Programa de Trabajo, en Carta Mensual, Nº 23. Fuente: http://www.oas.org.



[xv] Este grupo de encarga de la identificación de las cuestiones a tratar, así como de mejorar las reglas y procedimientos de aplicación antidumping y derechos compensatorios; encontrar opciones para la profundización de las disciplinas referentes a los subsidios; del estudio de las cuestiones relacionadas con la interacción entre políticas comerciales y de competencia. Vid. INTAL. Programa de Trabajo, en Carta Mensual, Nº 23. Fuente: http://www.oas.org. 



[xvi] Este grupo es responsable por la identificación del alcance y determinación del enfoque de las necociaciones; del desarrollo de un marco que contemple los derechos y obligaciones relativos a los servicios; y de la identificación de normas suplementarias posibles para sectores específicos. Vid. INTAL. “Programa de Trabajo”, en Carta Mensual, Nº 23. Fuente: http://www.oas.org.



[xvii] En este marco se debe identificar principios y criterios fundamentales de competencia; establecer una cobertura jurídica e institucional en los ámbitos nacional, subregional o regional que prohiba las prácticas comerciales anticompetitivas; desarrollar mecanismos que faciliten y promuevan la competencia mediante la cooperación y el intercambio de informaciones, etc. Vid. INTAL. “Programa de Trabajo”, en Carta Mensual, Nº 23. Fuente: http://www.oas.org.



[xviii] Por lo que se refiere a la solución de controversias, el grupo es encargado de completar el inventario de mecanismos de solución de diferencias establecidos por arreglos, tratados y acuerdos de integración existentes en el hemisferio y los de la OMC; de definir el alcance y cobertura de los procedimientos y mecanismos de solución de controversias del ALCA a medida que el proceso avance; desarrollo de un sistema de solución de controversias teniendo en consideración el régimen de la OMC; del diseño de mecanismos que faciliten y promuevan el uso del arbitraje y otros procedimientos alternativos de solución de diferencias privadas en el marco del ALCA. Vid. INTAL. “Programa de Trabajo”, en Carta Mensual, Nº 23. Fuente: http://www.oas.org.



[xix] En las palabras del Presidente estadounidense Bill Clinton “en moins d`une décennie, cet hémisphère sera le plus grand marché du monde, avec plus de 850 millions de consommateurs achetant pour 1300 milliards de dollars de merchandises et de services”, citado por ABELLARD, A. ” Le sommet des Amériques étudie la création d`une zone de libre-échange continentale” en Le Monde, 20 avril 1998, p. 3.



[xx] Vid. Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo para una intensificación de la política de la Unión Europea respecto de Mercosur, Bruselas, 10 de noviembre de 1994. En particular, el apartado a) de la Parte IV que trata de la necesidad de una intensificación de las relaciones de la UNION EUROPEA con el MERCOSUR, del referido estudio.



Informações Sobre o Autor

Fernando Kinoshita

Doutor em Direito Internacional e Comunitário pela Universidad Pontificia Comillas, Espanha; Professor dos Cursos de Graduação e Pós-Graduação do Centro de Ciências Jurídicas da Universidade Federal de Santa Catarina; Pesquisador do CNPq e CAPES; Consultor em Direito Público Interno e Internacional, Cooperação e Negócios Internacionais.


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